El Día de la Mujer es una fecha especial, nos recuerda el inmenso aporte del género femenino en nuestra sociedad. Su ingreso al mundo laboral cambió el paradigma de lo que se conocía hasta 1908, año en donde se visibilizaron las diferencias en trato y derechos que tenían las mujeres en el mundo del trabajo. Un incendio en la fábrica de telas Cotton, en Nueva York, marcaría la lucha por mejores condiciones laborales para las mujeres de todo el mundo.
Las trabajadoras de la fábrica realizaron una huelga en donde permanecieron en su lugar de trabajo. Reclamaban por mejoras en sus horarios de trabajo e igualdad en el salario con los hombres que realizaban sus mismas labores. El dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas mientras se quemaban las instalaciones, como medida de persuasión. Terminó con la vida de 129 mujeres. Al año siguiente, el 28 de febrero de 1909, se conmemoró este hecho como el primer día de la mujer.
Otro hecho de similares características ocurrió un 25 de marzo de 1911 en la gran manzana. Esta vez era una fábrica de camisas la que sufrió un incendio. En esta ocasión murieron 150 personas, la mayoría mujeres. Se dice que el color morado, asociado a este evento, viene de este hecho, ya que las telas de esta fábrica eran de dicho color.
A partir de estos hechos, se desarrollaron otros hitos importantes que marcaron la lucha de las mujeres por sus derechos. En 1917, en el contexto de la Revolución Rusa y hacia el final de la I Guerra Mundial, las revueltas dieron como resultado una huelga femenina bajo el lema Pan y Paz que se desarrolló entre el 8 y 12 de marzo.
Antes de que todo esto pasara, el primer documento que inspiró a muchas mujeres fue un documento del siglo XVIII de Olympe de Gouges llamado “Declaración de los derechos de la Mujer y Ciudadanía”, escrito como respuesta al documento surgido durante la Revolución Francesa en 1789 “Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano”. Lo relevante de este documento es que es el primer escrito que instala en la discusión política y social la igualdad jurídica entre hombres y mujeres.
No fue hasta 1945, con la creación de la Organización de las Naciones Unidas, que las mujeres lograron tener una voz que las representara frente a los líderes mundiales. Hasta esa fecha, en 31 países estaba instaurado y participaban en la esfera pública y organizaciones no gubernamentales, su impacto era a nivel local. Frieda Dalen fue la primera mujer en intervenir en las primeras sesiones de la ONU realizadas en Londres durante 1946. En esa instancia, Eleanor Roosevelt pronuncia su célebre “Carta abierta a las mujeres del mundo”, en donde insta a su género a participar activamente en la construcción de un mundo mejor.
El año 1975 fue el año Internacional de la Mujer. Durante este año las Naciones Unidas formalizan el día 8 de marzo como fecha para recordar los hechos de 1908. Además, ese año se realizó la Conferencia Mundial sobre la Mujer en México, instancia donde se formula un plan de acción para promover la integración de la mujer en distintas áreas de nuestra sociedad. De hecho, se proclamó el decenio 1976-1985 como el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz. Al día de hoy, aún quedan temas pendientes por resolver.
En paralelo a las luchas por las reivindicaciones sociales, valientes mujeres desafiaron los cánones de la época. El principal desafío era estudiar en la academia, en particular matemáticas, geometría y álgebra. Fue el caso de Florence Nightingale, quien tuvo que convencer a sus padres para que la dejaran estudiar. Logró formarse como enfermera, desarrollando una gran labor en la guerra de Crimea. Su ingenio y conocimiento le ayudaron a reducir la mortalidad de heridos británicos de 40% a 2% mediante el análisis de datos y mejoras en las condiciones higiénicas en que se encontraban. Su trabajo con estadísticas médicas fue sobresaliente, lo que la llevó a formar parte de la Sociedad Británica de Estadística.
Florence Kelley, se graduó de la Universidad de Cornell (Estados Unidos) en 1882 como Bachiller en Literatura, luego se formó en política, economía y derecho. Al regresar a Estados Unidos trabajó en la recopilación de datos sobre las duras condiciones laborales de los talleres clandestinos, las condiciones de explotación y pobreza en barrios marginales, el trabajo infantil e incluso en el estudio de la difusión de la viruela. Demostró la mala calidad de las estadísticas del sistema de salud al contrastar datos obtenidos en su oficina con los entregados por el departamento de salud de la ciudad de Chicago.
Enid Charles, estadística británica, estudió estadística y economía en Cambridge hasta 1916. Se especializó en estudios demográficos, fue pionera en la elaboración de estadísticas de población. Luego de estudiar el comportamiento social del Reino Unido en base a las tasas de fecundidad y nupcialidad proyectó una disminución considerable de su población. Estos resultados abrieron el debate frente a los principios de la eugenesia, ampliamente promovidos durante el siglo XIX en ese país. Posteriormente fue consultora de estadística poblacional para la Organización Mundial de la Salud.
Mary Eleanor Spear desarrolló su trabajo como especialista en información visual para el gobierno de los Estados Unidos. En 1920 inició su carrera profesional como dibujante de gráficos económicos para el gobierno federal en Washington, trabajo que la llevó a ingresar al Departamen de Estadísticas Laborales. Sus ilustraciones y gráficos fueron realmente efectivos. Escribió dos importantes libros sobre visualización de datos: Charting Statistics (1952) y Practical Charting Techniques (1969) en donde escribió consejos sobre la presentación de datos en forma gráfica e invitaba a pensar correctamente en los diferentes aspectos de un gráfico.
Aryness Joy Wickens se formó como trabajadora social en 1922, luego profundizó sus estudios en economía y trabajó como profesora de estadística. Este rol la vinculó a esta disciplina en donde ejerció cargos de alta responsabilidad e influyó en el desarrollo de indicadores Económicos importantes. Fue Presidenta de la Asociación Estadística Estadounidense y participó en la implementación del Índice de producción industrial y el Índice de Precios al Consumo. También estuvo vinculada con estudios sobre estadísticas laborales. Para Aryness la estadística es un desencadenante de las decisiones de un gobierno y un medio de regulación del mismo.
Pese a los desastres de la Primera Guerra Mundial, Florence N. David logró finalizar sus estudios de Licenciatura en Matemáticas. Las empresas le cerraron las puertas, pero Karl Pearson (el padre de la estadística aplicada) le dio una oportunidad. Se convirtió en profesora de la University College de Londres. Escribió más de cien artículos científicos, nueve libros y más de quince informes de guerra secretos, durante su trabajo en ciencias de estadísticas durante la Segunda Guerra Mundial. Sus modelos ayudaron a anticipar los efectos de las bombas en centros de población, sistema de electricidad, agua y alcantarillado, además de otros problemas potenciales.
Madeleine Guilbert, vivió los estragos de la Segunda Guerra Mundial. Trabajó como docente en la Universidad de Tours y como investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia. Utilizó la estadística aplicada para denunciar discriminaciones de género en el mercado laboral francés durante el proceso de reconstrucción posguerra. Sus estudios sobre la mujer en la industria y conciliación con la vida familiar se vieron reflejados en la investigación social por encuesta revelaron que el trabajo de las mujeres no se registraba, principalmente el trabajo doméstico y la actividad profesional realizada por esposas de agricultores, artesanos o comerciantes, quedando invisibilizadas.
Mollie Orshansky se graduó en Matemáticas y Estadísticas pese a dificultades económicas familiares como hija de inmigrantes. Trabajó en temas sobre mortalidad infantil, crecimiento y nutrición infantil. Desde 1945 se concentró en investigaciones sobre consumo familia y nivel de vida. Desarrolló los umbrales de pobreza, indicadores que se convirtieron en la medida oficial de pobreza utilizada por el gobierno de los Estados Unidos. La base de su idea era utilizar el costo de una dieta nutricionalmente adecuada como base para una estimación del costo de la vida y calcularlo para familias de diferentes composiciones y tamaños.
Stella Cunliffe se graduó en la prestigiosa Escuela de Economía de Londres en 1938. Trabajó en distintas empresas cerveceras y farmacéuticas donde obtuvo experiencia en el diseño estadístico de proyectos. Fue la primera mujer en ser elegida como Presidenta de la Real Sociedad de Estadística Británica en 1975, institución en donde promovió la interacción y comunicación efectiva con expertos de otras disciplinas. Para Cunliffe “A menos que aprendamos cómo servir de ayuda a aquellas disciplinas que son menos cuantitativas de lo que desearíamos, no seremos aceptados como alguien que pueda ayudarles con nuestro conocimiento”.
En este día Internacional de la Mujer, reconocemos en estas mujeres su incansable labor por dar a las mujeres un rol preponderante en la esfera pública e inspirar a las futuras generaciones para seguir cambiando el mundo a través de la Estadística.