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Lento, pero seguro: avanzando en brechas de género

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Lento, pero seguro: avanzando en brechas de género

Enviado por: Sociedad Chilena de Estadística
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El día internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia es una oportunidad para promover el acceso y la igualdad de oportunidades del género femenino en la ciencia. Desde 2013, este día es promovido por Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y otras instituciones vinculadas a la promoción y acceso de niñas y mujeres al conocimiento científico. En diciembre de 2015, las Naciones Unidas, con el apoyo de todos sus Estados Miembros, proclamaron este día alabando la gestión realizada por estas instituciones.

Uno de los temas que aborda el “Informe Científico de la Unesco, la carrera contra el tiempo por un desarrollo más inteligente” publicado en 2021 es la transformación digital. El capítulo 3, en particular, especifica que “para ser inteligente, la revolución digital debe ser inclusiva”. Los principales resultados de este capítulo revelan que un 33% de los investigadores del área de ingeniería e informática son mujeres; La proporción varía a nivel de doctorado, un 28% y 40% respectivamente. En campo de Inteligencia Artificial, las mujeres representaban un 22% de la fuerza laboral. A nivel de directivo en empresas tecnológicas, los números siguen siendo significativamente menores.

¿Qué pasa en Chile?

En junio del 2023, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación publica la Tercera Radiografía de Género con datos relevantes sobre la brecha de género dentro del sistema de CTCI. El informe se divide en cinco capítulos: Panorama Internacional, Formación científico-tecnológica, Presencia de mujeres en la academia, Participación de las mujeres en actividades de I+D. Finaliza con un análisis de la producción científico-tecnológica de investigadores/as.

Según los datos del informe, en Chile un 35% de las personas que realizan investigación son mujeres. En comparación con países de la OCDE, Chile se mantiene respecto de la evaluación realizada en 2019 y se queda en la posición 16 de 36 países evaluados en 2020. Un indicador importante para evaluar la brecha de género en área CTI es el porcentaje de titulación de carreras STEM. El promedio de la OCDE es 16%, nuestro país se encuentra al debe con un 8%, valor que nos posiciona por sobre Japón, Islandia y Turquía. Este porcentaje ha variado durante el período 2013-2020, siendo el 2017 el año en que se alcanza un porcentaje mayor de 9%.

Fuente: Tercera Radiografía de Género Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación

Al analizar la trayectoria académica de las mujeres en universidades chilenas, se tiene que presentan un mayor porcentaje a nivel de pregrado con un 54% mientras que disminuye a un 34% al considerar Doctorados. La brecha se traduce y mantiene a nivel de remuneración recibida según edad y grado académico.

Fuente: Tercera Radiografía de Género Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación

Entre 2008 y 2022, sólo un 35% de publicaciones científicas en revistas indexadas: i) WoS, ii) Scopus y iii) SciELO fueron realizadas por mujeres. Ahora bien, en relación con patentes solicitadas por mujeres entre 2013 y 2022, el porcentaje varía entre 17% y 24% con un máximo de 25% en 2017.

Fuente: Tercera Radiografía de Género Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación

Si bien los datos muestran un avance en la brecha de género en carreras STEM, este informe nos debe de servir de base para desarrollar y promover mejores políticas públicas que fomenten la participación de niñas y jóvenes en el desarrollo de la ciencia en nuestro país.

Si consideramos que para julio de 2019 la tasa mundial de investigadoras era de un 29,3% y que sólo un 3% de premios nobel son mujeres, los datos muestran que estamos avanzando lento, pero seguro. Entonces una pregunta clave sería ¿Cómo facilitar la participación de niñas en actividades científicas?

A nivel internacional, la UNESCO promueve el programa SAGA para motivar la participación de niñas u jóvenes en la ciencia y disminuir las brechas de género en áreas STEM. En nuestro país, el diagnóstico realizado para dicho programa revela que “Las investigaciones han mostrado que estas brechas de género asociadas a las áreas STEM tienen relación con componentes sociales, lo que impone un enorme desafío en torno al aseguramiento de mensajes vocacionales no sexistas en todos los niveles; el desarrollo de material pedagógico que promueva el interés y permanencia de niñas y adolescentes en las disciplinas STEM; y la formación continua en perspectiva de género de docentes y de quienes ejercen labores directivas”

En nuestro país no existe brecha de acceso a la educación, pero sí hay una diferencia significativa en la participación femenina en carreras relacionadas con la ciencia. El informe OECD Directorate for Science, Technology and Innovation para el foro económico de la APEC 2019, destaca la complejidad multifactorial de las brechas de género en donde “los procesos de aprendizaje y espacios socioculturales dados en la interacción social, en los cuales se definen socialmente los roles de género y se sientan las bases de los estereotipos que apuntan a la idea de una mayor capacidad de los hombres en áreas STEM”

El estudio de estereotipos y creencias con perspectiva de género en nuestro país no tiene estudios recientes que muestren avances en esta área. El año 2019, un grupo de investigadoras lideradas por María Francisca del Río y su equipo de investigación compuesto por María Inés Susperreguy, Katherine Strasser, Carolina Iturra e Ismael Gallardo se adjudicaron un proyecto FONIDE (Fondo de Investigación y Desarrollo) El informe final de este proyecto se denomina “Creencias sobre matemática y género de estudiantes, docentes y padres: datos sensibles para el diseño de intervenciones” confirma que existen brechas desde los primeros años de educación formal.

Desde la psicología social se plantea que las creencias, estereotipos de género, autoconcepto y/o expectativas pueden afectar e influenciar el comportamiento de niños, profesores y apoderados, lo que afecta directamente al proceso de aprendizaje. En ese sentido, los resultados del estudio realizado son reveladores y refuerzan la idea de que la creencia de que “las niñas no son buenas para la matemática” está presente desde los primeros niveles de educación y no sólo en el autoconcepto de las niñas, sino en la percepción y actitud de los profesores del área es diferente al plantear preguntas a niños y niñas.

¿Cómo cambiar esta realidad?

El estudio también propone acciones a realizar desde la política educativa en tres áreas: (1) la formación docente y el trabajo en el aula, (2) el desarrollo de materiales educativos y (3) el trabajo con los padres y la comunidad educativa.

La formación docente debería incluir en su malla curricular el estudio y análisis de las creencias para favorecer la intervención temprana en estudiantes de primeros niveles en donde aún es factible desarrollar un vínculo positivo frente a la disciplina, como es la matemática. También es necesario generar espacios de reflexión docente en donde se pueda analizar las propias influencias que determinan la actitud frente a niños y niñas dentro del aula.

En línea con lo anterior, el desarrollo de material educativo generalmente se realiza por el docente. En este sentido, el estudio de UNESCO “Sesgos de género en libros de textos” revela que se han encontrado evidencia sexista en libros de textos, ilustrados y de capacitación docente. Una forma de poder contrarrestar es valorar a personajes femeninos en roles protagonistas y dar mayor valor e igualdad de condiciones a roles secundarios femeninos.

El trabajo con apoderados es el más complejo de realizar en etapa escolar y es uno de los más relevantes. Por ejemplo, el autoconcepto negativo de la madre hacia la matemática puede afectar los resultados de su hijo en esta área. Estudios han demostrado que trabajar estas creencias con los padres, a través de folletos o en reuniones de apoderados, aportan a obtener mejores resultados. Una tarea difícil de lograr en estos tiempos

¿Qué más podemos hacer?

  1. Vigilar nuestro lenguaje

Somos seres sociales y construimos ideas en base al lenguaje, por lo que hablar en positivo de ciencia, matemáticas y tecnología puede estimular a las niñas a interesarse más en éstas áreas

  1. Diseñar experiencias interactivas

Aprender ciencia no debe ser aburrido, hoy tenemos acceso a mucha información que permite ver y conocer experimentos dinámicos, lúdicos y atractivos que van a despertar curiosidad e interés por áreas STEM

  1. Visitar museos de ciencia

Una experiencia enriquecedora, sin duda, visitar museos de distintas áreas científicas para estimular la curiosidad y el aprendizaje constante

  1. Referentes mujeres de ciencia

En la historia hay mujeres que han realizado descubrimientos y aportes valiosos para el desarrollo de la ciencia, por lo que hablar de ellas y tenerlas presentes en nuestras conversaciones pueden ser un valioso estímulo para nuestras niñas

  1. Cuentos, películas y juegos de mesa

Tener cuentos con mujeres de ciencia, ver películas o documentales con ellas de protagonistas y jugar con las niñas juegos basados en conocimiento científico dará un contexto diferente donde crecer y ser científica no será algo extraño

 

Para más información sobre este tema, te invitamos a revisar los siguientes documentos:

Tercera Radiografía de Género Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación

Creencias sobre matemática y género de estudiantes, docentes y padres: datos sensibles para el diseño de intervenciones

 

The Role Of Education And Skills In Bridging The Digital Gender Divide

Diagnóstico SAGA Chile

Informe Conicyt Reporte de Género 2018

Informe UNESCO Revolución Digital

Género y Mercado Laboral (ine.gob.cl)

Mujeres en ciencia (2009-2018)

Política de género en Chile